Nuestras miradas se encuentran, no se dicen nada y a la vez lo dicen todo, suspiras y me rio, te acercas despacio calculando la distancia que debemos mantener y dándote un vuelco el corazón te saltas las distancias. Tus labios chocan con los míos resolviéndome esas preguntas que solo puede descifrar tu piel. Me abrazas y susurras a mi oído te quiero, en ese momentos las agujas del reloj se paran, el mundo deja de girar y tu y yo somos el centro de nuestro propio mundo compartiendo habitación con el calor, la alegría, el deseo, el amor, la sensualidad y la pasión.
Es lujuria lo que inunda nuestros cuerpos, es el éxtasis que me recorre el decir tu nombre una vez mas, es tenerte cerca, sentir que nuestras almas se fusionan y que lentamente pasan a formar una sola pieza. Te beso, me besas y todo sigue su camino dejando entre las sabanas las palabras que una noche escuche al oír tu voz.

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