Seguí buscando, volví a recorrer caminos que juntos andamos en busca de ese detalle que en algún momento pasé por alto, dispuesta a encontrar esa ficha de puzzle que le diera sentido a esta ardua búsqueda.
He de decir, que no encontré nada de lo que iba buscando, pero si puedo decir que me encontré a mi misma. Muchos senderos andados en los que mi mente no paraba de funcionar ni un segundo, mucho odio en mi interior, angustia, sufrimiento, debilidad, obsesión, ira, impotencia, tristeza...sentimientos que inundaron mi ser; y que llegado el momento me abandonaron dejando una tranquilidad añorada.
Nadie dijo que fuera tarea fácil, ni que fuera cosa de dos días, con esfuerzo y tiempo los resultados son visible a nuestros ojos.
Parece mentira, increíble pero cierto.¿Quien me iba a decir a mi, que después de tantas vueltas, de tantas contradicciones, acabaríamos así? Riendo.
Me río yo, me miras y te ríes tu, nos miramos y nos reímos los dos; entre risas y carcajadas transcurre el tiempo, magnífico tiempo.
Puedo decir que no lo esperaba, que es una cara de asombro lo que se dibuja en mi cara al recordarlo, pero acto seguido, pasa a ser una sonrisa de oreja a oreja.